25.3.09

Me duele hasta el agua cuando corre.
Y hasta el aire que respiro me duele.
Me duele caminar, me duele ver y
descubrir que no te encuentro
en cada esquina, en cada casa,
en cada lugar donde te busco.
Sí, me duelen las horas, me
duele el tiempo.
Me duele la brisa,
me duele la caricia del mar
y hasta la suavidad de mi almohada,
por la falta de tu aliento.
Me duele la sangre corriendo por mis venas,
me duele el corazón, me duelen los pasos.
Me duelen los días y las noches,
me duele la lluvia.
Me duele la letra de cada canción,
mostrando sentimientos de amor.
Y me duelen las manos por no poder tocarte,
por no poder tenerte.
Y, hasta las teclas cuando escribo tu nombre me duelen.
Me duele el ayer, me duele el hoy y el mañana.
Hasta la primavera me duele,
me duele el invierno frío sin tu calor.
Me duelen las palabras,
que me recuerdan a vos.
Sí, me duele el calor también,
porque no es el tuyo.
Me duelen los labios que leo
cuando no son los tuyos
que cantan para mí.
Me duele todo, me duele hasta
la voz que sale de mi garganta.
Me duele la falta de tu amor, me duele
cada suspiro, me duele cada mirada.
Me duele no encontrarte,
me duele sentir amor,
aunque no estés.
Me duele tu ausencia.


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